miércoles, 5 de diciembre de 2018

RED NACIONAL DE HUERTOS PENITENCIARIOS

ACEBUCHE, MALLORCA, OCAÑA II, MANSILLA DE LAS MULAS Y MURCIA II CONFIGURAN LA INCIPIENTE RED NACIONAL DE HUERTOS PENITENCIARIOS


Habas del campo de Murcia y Cartagena primera siembra experimental

Nuestro Proyecto Guardianes de Semillas, activado en mayo 2017 por la Subdirección de Tratamiento del C. P. Murcia II, de forma experimental crea una incipiente red nacional de huertos penitenciarios ubicados en Almería (Acebuche), Mallorca (Baleares), Ocaña II (Toledo), Mansilla de las Mulas (León) y Murcia II (Campos del Río) con el propósito de ver que respuesta obtiene el cultivo de uno de los frutos más emblemáticos, las habas, de la potente agricultura de la Región Autónoma de Murcia proyectando las siembras en diversas latitudes de la geografía española.

Cómo nuestros lectores saben, en la Región de Murcia hay dos variedades de habas, las del campo de Murcia propiamente dicha, de piel blanca, y las del campo de Cartagena de piel negra o morena.

Las nuevas semillas pasarán a engrosar nuestro Banco Nacional de Semillas Penitenciarias para ser redistribuidas a las nuevas incorporaciones penitenciarias fomentando, además, el intercambio con semillas autóctonas, protegidas, y en peligro de extinción de cada terreno donde se ubican los centros penitenciarios.

Ello nos permitirá desarrollar otro objetivo contemplado en el proyecto. La mejora de las especies, fomentar la biodiversidad y la lucha contra el calentamiento climático al permitirnos ampliar los cultivos con otras especies.

En este proyecto coparticipa la Associació Cultural Jumillana (Barcelona - Poble sec) responsable de la Encomienda de Cataluña, Aragón, Andorra y Francia respectivamente.

Los  trabajos agrícolas en Murcia II se ejecutan con reclusos de la Unidad de Tratamiento Especial (UTE) con problemas aditivos a substancias nocivas para la salud por los beneficios terapéuticos y cognitivos que aporta el cultivo de la tierra, que en el caso que nos ocupa, lo desarrollamos en la disciplina ecológica.

Nuestras asociaciones no perciben subvención pública alguna y nos nutrimos del pequeño mecenazgo, voluntariado y las aportaciones de los socios.