Jardín público frente al Ayuntamiento de Murcia capital |
En la mañana de hoy, domingo tres de abril, del Año de Gracia de nuestro Señor, dos mil y diez y seis, una explosión de colorido y aromas toma la capital murciana en el que la primavera lanza sus heraldos a los cuatro vientos para pregonar, sobre monturas de fragantes claveles, el arrullo de sus fuentes y las salvas de las Fiestas de la Primavera huertana en toque final de una Región, antaño país, cuyos frutos pueblan las mesas más exigentes de Europa.
Mientras, en los campos y montes murcianos, de sus pueblos, pedanías, un atentado de los tomillos, romeros, ajedreas, hierba buena forman con sus dulces perfumes el séquito celestial de Nuestra Señora del Temple. Bendita sea. A mayor gloria de su Hijo. Nuestro Señor.